domingo, 27 de diciembre de 2009

Una marca única


Porque conducir un Ferrari es mucho más que tener entre manos un superdeportivo exclusivo y fascinante, es sentirse parte de la historia del automovilismo, entrar en la leyenda de una marca única y participar en la tradición de una referencia inexcusable en el mundo de la competición. Por todo ello, unos cuantos afortunados pagan lo que pagan por poseer una joya sobre cuatro ruedas que representa mucho más de lo que puede hacerlo cualquier otro vehículo. Puede que otros fabricantes ofrezcan una tecnología y una calidad comparables o incluso superiores a las de la marca italiana, pero ninguna puede presumir de tanta tradición, prestigio y pasión por los coches de altas prestaciones.

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